Para muchísimas personas, Egipto es el viaje soñado y muchas veces inalcanzable y aún cuando estaba en mi lista de viajes por realizar, se presentó la oportunidad en un momento que no estaba planeado, justo cuando fuí a Barcelona (España) a sustentar en pleno verano (julio de 2004), mi tésis de grado de la Maestría que acababa de terminar de manera virtual con la Universidad de Barcelona.
Julio no es la mejor época para estar en Europa, de hecho, la mayoría de europeos, por lo menos los que pueden hacerlo, se van de sus ciudades desde el inicio del verano buscando playas o lugares más frescos, así que, tampoco yo iba a quedarme en Barcelona que, por demás, en esta época estaba muy costosa, así que empecé a repasar mi lista de destinos por visitar y así llegué a Egipto, claro, no sin antes darme como regalo de grado, un espectacular vuelo en globo a 45 minutos de Barcelona, pero eso es tema para otro blog.
Viajé desde Barcelona a Luxor en una excursión donde todos eran españoles, menos yo. La primera impresión fue el mismo aeropuerto que por su tamaño e informalidad, me recordó algunos aeropuertos costeros de mi país, pero una vez reclamé mi equipaje y todo el resto del grupo obtuvo su visa (por precaución la llevé desde Colombia pero se tramita muy fácil a la llegada a Egipto), salimos a buscar nuestro bus en medio de decenas de buses (y no es exageración). Para mi esto fue impactante porque en ninguno de los países en que había estado hasta ahora, había visto tal movimiento de buses de turistas de todas las nacionalidades llenándose con cada vuelo que llegaba... pero claro, recordemos que es un destino soñado en cualquier parte del mundo, por algo es una de las cunas de la humanidad.
De allí, salimos en el bus hacia el puerto, en busca de los barcos en que nos quedáríamos con nuestros respectivos grupos, pues no todos íbamos en el mismo grupo. Nos presentaron nuestros guías, fui afortunada y me tocó Mito, uno de los mejores guías del país (dicho por sus compañeros) y a través de sus ojos y sus palabras en un perfecto castellano, comenzamos a disfrutar la magia de este increíble país y de un viaje completamente diferente que envolvió todos mis sentidos y que gracias a esta maravillosa oportunidad que es Discover Learn Dream, pude repetir a menos de 4 años, pagando la mitad de precio desde Colombia, pero saboreándolo de una manera distinta y con actividades diferentes como volar en globo en el Valle de Luxor.
Desierto, vida, misterio... ¡MAGIA!
Intentar describir Egipto en una palabra no es fácil, pero para mi se resume en un sentimiento: MAGIA.... Es mágico el contraste del Nilo que da vida a su alrededor y como se corta de tajo para dar paso al desierto; es mágico encontrare ante monumentos y templos impresionantes con 4000 años de existencia, cargados de historia y de preguntas que aún son un misterio para la humanidad; es mágico encontrarte entre jeroglíficos y pinturas, rastros de los comienzos de una civilización a la que el mundo entero debe muchísimos de los inventos modernos, con decirles que hasta Tutankamón usaba ya condones y la prueba está expuesta con su increíble tesoro, en el Museo Arqueológico de El Cairo.
Cuando vas a Egipto, lo amas y quieres volver una y otra vez como yo, o no quieres volver, pero para disfrutar este país maravilloso, debemos dejar atrás nuestros prejuicios occidentales, entender que estamos en un país árabe, de mayoría musulmán (90% de su población), con la mayor población de África (80 millones de personas) y del cual, sólo un 4% de su extensión es cultibable, el resto es desierto. Hay pobreza y opulencia como en nuestros países latinos, hay caos en sus calles, pero las nuestras no son un ejemplo de tráfico súper organizado y conductores respetuosos de las normas de tránsito. Puedes concentrarte en los vendedores "intensos" que lo único que buscan es lograr una venta porque de eso depende el sustento de su familia y sentirte "atropellado", cansado por su insistentca (especialmente en Komb Ombo) o sortear estas situaciones y disfrutar de todo lo nuevo que tus sentidos experimentan: los increíbles sonidos del llamado a la oración que se escucha salir a través de los minaretes de todas las mezquitas, perfectamente sincronizados en el tiempo; la amabilidad y hospitalidad de los egipcios; los hermosos atardeceres y amaneceres cada día; el contraste de paisajes, las palmeras de dátiles, el desierto, los monumentos, el Nilo siempre majestuoso e imponente.... la exquisitez de sus sabores, especialmente sus postres de chocolate o de pistachos.... ¡ummm!!! se me hace agua la boca recordar estos sabores y en mi caso, sólo estar frente a monumentos como las pirámides y la esfinge y pensar que por allí pasaron personajes como Napoleón, Cleopatra y Marco Antonio, o entender por qué uno de mis personajes históricos favoritos, Alejandro Magno, se enamoró de un puerto mediterráneo en Egipto y allí nació Alejandría.
Trataré de llevarlos por ese recorrido mágico que ofrece Egipto, no sin antes invitarlos a que si no tienen este país en su lista de viajes por realizar, lo incluyan lo antes posible y si quieren, no sólo les ofrezco la asesoría e información que requieran, sino que puedo organizarles el viaje soñado con experiencias diferentes a las que pueden encontrar en cualquier plan de agencia tradicional. Espera la próxima semana, el recorrido completamente mágico de los cruceros por el Nilo desde Luxor hasta Aswán y mientras tanto, disfruta estas imágenes.
